¿Qué es mejor, hacer un vestido a medida o comprar uno ya hecho?

En: Moda

La elección entre hacer un vestido a medida o comprar uno ya hecho depende de varios factores, como el presupuesto, el tiempo disponible, la ocasión y las preferencias personales.

Ambas opciones tienen sus pros y contras, y lo que es mejor para una persona puede no serlo para otra. A continuación te daremos 5 cuestiones que debes plantearte antes de tomar la decisión.

1. Hacer un vestido a medida ofrece la ventaja de un ajuste perfecto. Un vestido diseñado específicamente para tu cuerpo puede realzar tus atributos y disimular cualquier área que desees ocultar. Esto puede hacer que te sientas más cómoda y segura, especialmente en ocasiones especiales como bodas o eventos formales. Valora si la ocasión merece la pena. Una boda muy cercana, una graduación, una jubilación, un aniversario... Ten en cuenta que las fotos permanecerán para siempre.

2. Valora los costes. Hacer un vestido a medida puede tener un coste más elevado y requiere tiempo. Eso sí, depende si encargas el vestido a una modista o taller de confección, o lo haces tu misma, que siempre va a ser más económico. ¿Qué debes valorar? La tela, la mano de obra y las pruebas pueden aumentar el precio total del vestido si no te encargas tu misma. Además, si tienes una fecha límite cercana, es posible que no haya suficiente tiempo para realizar todos los ajustes necesarios.

3. Dependiendo de como te quede, comprar un vestido ya hecho puede ser más conveniente y económico. Existen muchas opciones en el mercado que se adaptan a diferentes estilos, tallas y presupuestos. Además, puedes probar varios vestidos en una tienda y llevar el que mejor se ajuste a tus necesidades. Si eres de las aventureras y te gusta el riesgo, incluso te puedes animar a comprarlo online.

4. Un vestido comprado, en la mayoría de las ocasiones, necesita ajustes. Es posible que no encuentres exactamente lo que estás buscando en términos de diseño o ajuste. A veces, los vestidos ya hechos pueden requerir pequeñas modificaciones para que se adapten perfectamente a tu figura, lo que implica un coste adicional. Aquí volvemos a plantear la misma cuestión, ¿puedes arreglarlo tu misma o vas a necesitar ayuda de profesionales? 

5. Lo más importante de todo es tomar la decisión con tiempo. Si te decides por un vestido a medida, te animes a confeccionarlo tu misma o delegar en profesionales, es muy importante que pienses que esta opción requiere más tiempo. Hay que pensar el diseño, tomar medidas, plantear los patrones, elegir la tela, cortar y comenzar con la costura. Además, este tipo de talleres suelen tener lista de espera, sobre todo en épocas señaladas como ferias, épocas de comuniones, bodas... estas listas pueden ser muy largas. Hazlo con tiempo y ten en cuenta que debes hacer la última prueba cercana a la fecha señalada, no sería la primera vez que con los nervios previos al evento cambiamos de peso, y al final, lo que te quedaba perfecto, necesita un arreglo de última hora.

En definitiva, la decisión entre hacer un vestido a medida o comprar uno ya hecho dependerá de tus prioridades y circunstancias individuales. Si valoras un ajuste perfecto y tienes el presupuesto y el tiempo necesario, hacer un vestido a medida puede ser la mejor opción. Por otro lado, si buscas comodidad y conveniencia, comprar un vestido ya hecho puede ser más adecuado. Lo más importante es elegir una opción con la que te sientas segura y cómoda. Lo que más va a pesar a la hora de valorar esta decisión es si la ocasión lo merece. No es lo mismo la boda de tu hermana que una fiesta de fin de curso de tu hija. Ya la decisión es tuya, ánimo, seguro que aciertas :)

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